La Asociación de Mujeres Meretrices Argentinas lanzó una nueva campaña en reclamo de obra social y jubilación para las trabajadoras sexuales.
La iniciativa surgió luego de que un relevamiento realizado por la Asociación de Mujeres Meretrices Argentinas (Ammar) y la Universidad Nacional de Córdoba arrojara preocupantes cifras: de las 224 trabajadoras sexuales de Córdoba que fueron entrevistadas, más de la mitad ejerce el trabajo sexual hace más de 10 años, el 93% no tiene obra social, el 92% no tiene otro trabajo y el 91% no cuenta con una jubilación. Más del 70% de estas mujeres son jefas de hogar y un 76% tiene hijos a su cargo.
El trabajo sexual existe y es trabajo precarizado. El hecho de que aún no cuente con aportes previsionales ni obra social es explicado por Julieta, trabajadora sexual hace más de 15 años, por la falta de reconocimiento como trabajadoras: “No tenemos por el hecho de que nunca fuimos valoradas». Julieta explicó su reclamo a un medio local: «El trabajo sexual es una elección que cada mujer tiene. Somos mamás, pagamos nuestros impuestos, cocinamos, nos enfermamos, como todas. Tendríamos que ser escuchadas y ver la posibilidad de que, así como cualquier trabajador tiene su obra social y jubilación, nosotras también la tengamos de una vez. Ninguna trabajadora sexual quiere estar trabajando hasta los 60 años; simplemente lo hace por necesidad. Los jóvenes se le ríen en la calle, nadie se da cuenta de que esa mujer necesita un plato de comida y por eso está parada en una esquina. Yo lucho al lado de ellas para que tengan una jubilación y no tengan que estar toda la vida paradas en una esquina, con lluvia, con frío, con calor”.
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El lanzamiento de la campaña coincide con el Día Internacional de lxs Trabajadorxs Sexuales, que se conmemora cada 2 de junio para recordar la toma de una Iglesia en Francia, hace 44 años. En ese entonces, un grupo de más de cien mujeres se declaró en huelga y ocupó la Iglesia de Saint-Nizier de Lyon en protesta por la persecución policial y el maltrato al que eran sometidas. El reclamo por sus derechos, por la mejora en sus condiciones laborales y por la promulgación de políticas que disminuyan su condición de vulnerabilidad no son cosa del pasado. Hoy la lucha continúa con nuevos desafíos y renovadas energías. El objetivo sigue siendo el acceso a derechos humanos fundamentales.
En este sentido, Ammar cuenta con 19 años de organización y lucha para mejorar la calidad de vida de las trabajadoras sexuales. El sindicato contribuye al acceso de derechos como trabajo, educación, salud, y también constituye una red de contención y colaboración. Actualmente funcionan en Ammar Córdoba una escuela primaria y secundaria, un consultorio ginecológico con testeos gratuitos, un centro de adicciones, una sala cuna y talleres de formación, recreación y de oficio, entre muchas otras iniciativas que deciden abrir también a toda la comunidad.