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Trabajadoras domésticas de la región se reúnen en Asunción

Trabajadoras domésticas de Paraguay, Brasil y Uruguay se reunieron en Asunción de 28 a 30 de junio de 2013 para profundizar la agenda común de reivindicaciones.

El trabajo doméstico es la puerta de entrada de muchas mujeres al mercado de empleo. En Paraguay, llega a ocupar a una de cada 5 mujeres. En América latina, la regulación legal del trabajo doméstico establece –en la generalidad de los casos- estándares más desfavorables para el sector en relación al resto de los trabajadores, aún a pesar del peso estadístico que esta ocupación tiene en la región, ya que es el empleo uniforme que más mano de obra femenina ocupa.

En conferencia de prensa, las líderes regionales dieron más detalles acerca de la situación de las trabajadoras domésticas en la región. Selva Benítez, del Sindicato Único de Trabajadoras Domésticas de Uruguay (SUTD) señaló los avances en materia legislativo. «En el 2006 el Parlamento aprobó una ley que nos protege. Desde ese momento, las trabajadoras domésticas tenemos un marco jurídico para poder protegernos y reivindicar nuestros derechos. Sin embargo, todavía tenemos dificultades, sobre todo en la aplicación de la ley».

Creuza María de Oliveira, presidenta de la Federación Nacional de las Trabajadoras Domésticas (FENATRAD), de Brasil se refirió a la lucha por la defensa de los derechos de las 6 millones de trabajadoras domésticas que, se calcula, hay en Brasil. «Ya hemos conseguimos avances importantes en nuestros derechos: salario mínimo por ley, derecho a domingos y feriados, y permiso por maternidad, pero aún hay mucho por hacer para garantizar el cumplimiento de la ley y para abordar la violencia que sufren las trabajadoras domésticas en las casas».

Librada Maciel, del Sindicato de Trabajadoras Domésticas de Itapúa, explicó las dificultades de organización de las trabajadoras domésticas por la naturaleza misma del trabajo que las mantiene en ámbitos privados. «Nos comenzamos a organizar hace 3 años. En el 2010 por primera vez conocimos nuestros derechos, y a partir de ahí empezamos a organizarnos. Todavía nos falta llegar a las compañeras del departamento porque es grande y hay muchas compañeras que todavía no saben que existimos. Nuestra principal meta ahora es expandirnos».

Marciana Santander, presidenta de la Asociación de Empleadas del Servicio Doméstico de Paraguay, por último, dio a conocer las principales reivindicaciones de las trabajadoras domésticas del Paraguay. «Nuestro sector está marginado por ley, por eso exigimos la reforma del Código Laboral y la aplicación de los convenios internacionales que nos protegen. Permanentemente recibimos denuncias de situaciones injustas de las que son víctimas trabajadoras domésticas: la mayoría de las veces despidos injustificados, jornadas de trabajo de 12, 16 horas, acoso…» Por último, envió un mensaje a las trabajadoras domésticas. «Queremos que sepan que no están solas. Que no tengan miedo de organizarse o sindicalizarse. Ya hay 3 organizaciones y estamos en varios puntos del país Somos 200 mil trabajadoras domésticas y si nos unimos tendremos mucha fuerza».

Las actividades fueron realizadas con apoyo del Centro de Documentación y Estudios, la organización brasileña SOS Corpo Instituto Feminista para a Democracia y la Articulación Feminista Marcosur, y cooperación de ONU Mujeres y el Fondo Holandés para el Liderazgo y las Oportunidades de las Mujeres (FLOW).

Fuente: Igual valor, iguales derechos