María Etcheverry fue designada para el cargo de edecán por la Fuerza Aérea, junto a Gonzalo Ocampo (Armada Nacional) y Guillermo Roca (Ejército).
Este miércoles 26 de febrero, el presidente electo Luis Lacalle Pou (que asumirá sus funciones el 1° de marzo) recibió a sus tres edecanes, cuya elección se realizó por el futuro ministro de Defensa Javier García en conjunto con las Fuerzas Armadas.
El jefe de la Casa Militar, José Martínez, fue quien hizo las presentaciones. Explicó que su tarea es asistir y asesorar al presidente de la República en todo lo relacionado al rol de las Fuerzas Armadas, además de ser “oficiales de enlace” para el apoyo aéreo, naval o del Ejército. También acompañan al presidente durante varias de sus actividades diarias y viajes al exterior.
Cuando los medios le preguntaron por la condición de mujer de Etcheverry, Martínez respondió: “Las oficiales del cuerpo comando de las tres fuerzas recién están llegando a la jerarquía jefe, recién están ocupando y siguiendo su carrera sin ninguna diferencia, igual que cualquier oficial de cuerpo comando”.
Etcheverry comenzó su carrera militar en el 2000, en la Base Aérea N°2 de Santa Bernandina de Durazno, un departamento al centro de Uruguay. Ella y Carolina Arévalo fueron las primeras dos mujeres en ingresar a la fuerza de aire. Al día de hoy se desempeña como comandante en el escuadrón de base.
«Ser edecán es un gran desafío. Asistir al presidente no es un lugar menor», dijo Etcheverry a las cámaras. «Somos los tres nuevos y es un grado de responsabilidad muy importante», añadió. Cuando un periodista le preguntó si creía que era más difícil su cargo por ser mujer, respondió con un rotundo «No».
Por su parte, la vicepresidenta electa Beatriz Argimón designó este jueves 27 a sus tres edecanes: la capitana de Corbeta Valeria Rodríguez (Armada), la capitana Liliana Bayardo (Ejército) y el teniente coronel Martín Campoamor (Fuerza Aérea).
En los últimos años se hicieron esfuerzos desde la sociedad civil y algunos sectores político-partidarios de izquierda para reducir el tamaño de las Fuerzas Armadas y su Caja Militar, que tiene un déficit abismal. Lo único que se logró fue disminuir la cantidad de efectivos en los altos mandos y eliminar los Tribunales de Honor y la “obediencia debida” (que comprometía a los militares a seguir cualquier orden, aún por fuera de la Ley y/o la Constitución) gracias a la reforma de la ley orgánica militar. Sin embargo, la presencia militar en las calles fue aumentando de forma paulatina, aún con un gobierno de izquierda al poder, y no se logró reducir su personal.
Lacalle Pou ya anunció medidas para aumentar el poder del Ejército. Entre otras, afirmó que habilitará a las FFAA a patrullar las zonas fronterizas a través de un “decreto de Fronteras”, aprobado en 2018, pero nunca antes implementado.