61 personas trans fueron asesinadas por odio en Paraguay desde 1989. En 2019, por primera vez en la historia, un caso llegó a juicio oral y el asesino fue condenado a 25 años de cárcel. La ONU celebró el precedente pero condenó los ataques a una marcha LGBTI+.
“Hoy todas mis compañeras y la colectividad trans celebramos un gran logro. El día de hoy se llevó a cabo el Juicio Oral y Público de uno de los 61 casos de asesinato por odio a personas trans, el caso de #RominaVargas, ocurrido el 15 de octubre de 2017 en San Lorenzo”, expresó Mariana Sepúlveda, de la Asociación Panambi, el pasado 1° de octubre.
“A dos años del hecho se hizo justicia, gracias a la lucha incansable de nosotras como activistas y defensoras de los derechos humanos de las personas trans y referentes Asociación Panambi. Esto marca un gran precedente en la historia en Paraguay, ya que se logró que el autor fuera condenado a 25 años de prisión. Nos da esperanza y fuerza para seguir luchando por un país sin estigma y discriminación”, añadió.
La Organización de las Naciones Unidas en Paraguay celebró la primera sentencia nacional condenatoria por crimen de odio a una persona trans: “La decisión es relevante pues, al ser la primera condena que se produce en Paraguay contra las violaciones a los derechos humanos de la comunidad LGBTI, contribuye a poner fin a la impunidad que, hasta ahora, ha caracterizado este tipo de actos”.
La ONU recordó que “toda apología del odio nacional, racial o religioso que constituya incitación a la discriminación, la hostilidad o la violencia estará prohibida por la ley”, según el artículo 20.2 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, vigente en Paraguay desde 1992. “Adicionalmente, los artículos 26 y 32 de la Constitución Nacional de la República del Paraguay, la Declaración Universal de los Derechos Humanos y numerosos tratados internacionales de derechos humanos ratificados por Paraguay amparan los derechos a la igualdad, la no discriminación, y la reunión y asociación pacíficas, y establecen la obligación de respetar el derecho a la libertad de expresión y de opinión”, expresaron en el comunicado.
Un país ultraconservador
El domingo 29 de setiembre, activistas LGTBI organizaron una marcha en la ciudad de Hernandarias, en el departamento de Alto Paraná (frontera con Brasil y Argentina).
Las personas que organizaron la “Segunda Marcha Diversxs Alto Paraná” fueron violentados por fanáticos religiosos que, en nombre de un Dios, tiraron piedras a los y las manifestantes. La ONU en Paraguay lamentó los actos de violencia y llamó al respeto a todas las personas.