Cuatro adolescentes menores de 15 años y diez adolescentes de 15 o más quedan embarazadas diariamente en Perú, según el Instituto Nacional de Estadística e Informática. Cada día se registran cuatro nacimientos con madres menores de 15 años, el 99% de ellas pobres, según el Fondo de Población de las Naciones Unidas.
Entre las que llegan a dar a luz, siete de cada diez no querían quedar embarazadas y nueve de cada diez abandonan la escuela, lo que triplica la deserción escolar respecto a las adolescentes que llegan a la edad adulta sin embarazos.
Muchas de estas niñas y adolescentes quedaron embarazadas producto de abusos sexuales. Según la Fiscalía de la Nación, 76% de víctimas de violencia sexual son menores de edad y 60% tienen entre 13 y 17 años (niñas y niños). Es decir que 40% de las víctimas tienen entre 0 y 12 años. Sobre los agresores: todos, el 100%, son varones.
Además, Perú es uno de los países latinoamericanos con los niveles más bajos de uso de métodos anticonceptivos modernos: se calcula que el 54% de las personas los usan, mientras que el promedio de la región es del 70%. Esto se debe a la falta de una educación sexual integral, que provea información y acceso a métodos anticonceptivos.
¿Cómo luchamos contra ello?
El Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán -integrante de la AFM- elaboró un proyecto de promoción de los derechos sexuales y reproductivos de adolescentes para prevenir el abuso sexual, reconocer los métodos para protegerse de ITS (Infecciones de Transmisión Sexual) y evitar embarazos no deseados. “Tejiendo Redes por la Igualdad” nació en 2017, liderado por la activista feminista Q´antu Madueño, y se implementó durante dos años en el distrito de San Juan de Lurigancho, el más poblado del Perú.
La campaña logró el compromiso de seis instituciones educativas, que asumieron el reto de fortalecer sus capacidades para disminuir el embarazo adolescente. Más de 3000 estudiantes reflexionaron sobre diversas temáticas, tales como la importancia del enfoque de género, el lenguaje inclusivo, la violencia de género, las prácticas sexuales seguras y proyectos de vida.
Entre sus acciones movilizadoras, adolescentes capacitadas/os por el Programa Educativo brindaron charlas informativas sobre derechos sexuales y reproductivos a través de festiferias realizadas en el distrito. Además, produjeron y condujeron su propio programa radial, que contó con la presencia de diversas personalidades del ámbito político, social y artístico.
Uno de los logros más resaltantes de Tejiendo ha sido el empoderamiento de las y los adolescentes LGTBI sobre sus derechos sexuales, con énfasis en su derecho a la no discriminación. Lograron manifestar sus demandas en la creación de su propia Agenda Adolescente, que incluía la lucha y defensa frente al acoso sexual y el bullying homo/les/transfóbico. Este trayecto los llevó a participar activamente en las mesas de trabajo para la prevención y atención de embarazo adolescente en su distrito y en diversas marchas de lucha contra la violencia de género y la discriminación por orientación e identidad sexual.
Q´antu Madueño, coordinadora del Programa, dejó sus impresiones: «Tejiendo redes por la igualdad ha sido un maravilloso proceso, donde las voces de las y los adolescentes se han convertido en una potente promesa para garantizar la defensa de los derechos sexuales y reproductivos de adolescentes en nuestro país. Ha sido un aprendizaje mutuo: la fuerza, valentía y ganas de luchar contra el machismo, la violencia sexual y toda forma de discriminación, fue inspiradora en todo el proceso donde les vi crecer, fortalecerse y perder el miedo de alzar sus voces y ser protagonistas de los cambios que desean para un país con más justicia e igualdad. El resultado del proyecto en Tejiendo es haber impulsado y formado a toda una generación adolescente que se reconoce como feminista y activista en derechos humanos, con la seguridad de hacer incidencia y replicas con sus pares para generar una articulación de adolescentes más fuerte y decidida a luchar por la igualdad de género».