La Federación Nacional de Mujeres Campesinas, Artesanas, Indígenas, Nativas y Asalariadas del Perú (Fenmucarinap) cumplió este mes 12 años de trabajo constante por el empoderamiento de las mujeres de áreas rurales de todas las regiones del país.
Gestando acciones de protagonismo social, económico, político y cultural, las mujeres de la Fenmucarinap desafiaron las predicciones de sus contrapartes masculinas cuando les informaron que se organizarían de manera autónoma. “No van a durar más de 6 meses”, les dijeron, relata la vocera Galeha Tseneg. Sin embargo, han logrado posicionarse dentro del movimiento feminista con la justa demanda por sus derechos y, también, por su acompañamiento a las luchas de otras mujeres que sufren el embate del machismo, la injusticia, la violencia y la discriminación.
Desde hace más de seis años, la Fenmucarinap ha logrado gran reconocimiento como organización que defiende los derechos humanos y de los pueblos originarios. Una de sus principales luchas es la soberanía alimentaria, basada en el derecho de los Pueblos a decidir sobre su producción, distribución y consumo sostenible de los alimentos. Además de defender la tierra, el agua y la naturaleza, la Fenmucarinap visibiliza el trabajo que las personas del campo realizan al preservar los productos nativos, compartir saberes, hacer frente a la desnutrición y fomentar una agronomía ecoamigable. Luchando contra la apropiación de tierras y la privatización, nuestras compañeras se mantienen firmes en la defensa de sus cuerpos y territorios, demandan trabajo digno y una salud intercultural que atienda la realidad y las necesidades específicas de las mujeres rurales de Perú.
“Nosotras queremos decirles a las mujeres de la ciudad que no solo peleen por la lucha del cuerpo sino también por la tierra, el agua y alimentos. No es necesario que esté una mujer campesina o una mujer indígena para que estén dentro de las propuestas de lucha. Somos mujeres campesinas, feministas y populares con mucho orgullo. Es importante tejer alianzas y que en nuestros discursos no nos invisibilicemos entre nosotras. Si no está en mi espacio de campo una compañera feminista o una compañera lesbiana, hablemos por ella. Hay que empoderarnos y ser solidarias”, expresó Gladys Campos en un evento comunitario de la Colectiva Barrial Ruray.
Valentina Chullqui Mamani, natural de Puno, acompañó a las mujeres que marcharon en Lima el sábado 11 de agosto en la movilización #MujeresXJusticia y compartió sus demandas y su solidaridad luego de una larga jornada de protesta contra la corrupción en el Consejo Nacional de la Magistratura, principal ente de justicia del país:
Con un mensaje sororo y combativo, nuestras compañeras celebraron su 12° aniversario empujando su agenda política:
– Por la defensa del Territorio y de sus Cuerpos y luchando contra la violencia de género.
– Por la defensa de la Pachamama.
– Por el Empoderamiento, autonomía económica y protagonismo político de las mujeres.
– Por la Soberanía Alimentaria.
– Por Salud, Educación y Justicia Intercultural con enfoque de género.
– Por el Trabajo Digno para jóvenes y adultos/as.
– Por el goce efectivo de la Igualdad de Derechos y Oportunidades para mujeres y hombres.
– Contra el extractivismo depredador y contaminante que denigra su cultura.
“No somos gotas, somos un Río de Mujeres Tejiendo el Buen Vivir” – Fenmucarinap