Durante el 14EFLAC se desarrolló el espacio “Comunicación y Género. Debates y Perspectivas”
Periodistas, comunicadoras, publicistas, diseñadoras y programadoras compartieron los diagnósticos de la situación de sus países sobre las prácticas de los medios de comunicación respecto a la violencia de género.
Mujeres que trabajan en distintos ámbitos de la comunicación se reunieron para hablar sobre la relación actual de los medios de comunicación masivos y alternativos con las luchas y agendas feministas de la región. En el intercambio se reconoció que existe un creciente interés por parte de los medios para desarrollar contenidos periodísticos y comunicacionales sobre la violencia de género, y que esta apertura se ha dado en el marco de movilizaciones masivas como Ni Una Menos o el paro del 8M.
Tenemos medios de comunicación hegemónicos que previamente no tenían un compromiso con los derechos humanos, pero que han empezado a posicionarse respecto a la violencia de género e incluso a desarrollar plataformas permanentes que almacenan data, testimonios de sobrevivientes, casos emblemáticos de violencia hacia las mujeres e iniciativas tecnológicas, lo cual se lee como un importante avance.
Sin embargo, otras lecturas del panorama muestran que estos esfuerzos no han trascendido a la coyuntura pues, a pesar del ingreso de la violencia machista en la agenda mediática, no ha habido una transversalización del enfoque de género en los abordajes periodísticos ni un compromiso con las causas feministas. Desde el tratamiento de las fuentes, el enfoque informativo y los tipos de representaciones estereotipadas que se construyen sobre las mujeres, los medios continúan reproduciendo imaginarios machistas.
El debate también se centró en la necesidad de tener presente el ingreso de los fundamentalismos y su poder en los medios de comunicación. Esto implica reconocer la disputa a nivel discursivo, por ejemplo, en lo que respecta al género. Esta categoría social y política de los feminismos ha sido tergiversada por los conservadurismos de la región bajo el término de “ideología de género”.
Otro punto de agenda fue la concentración de los medios de comunicación en grupos de poder político y/o económico, debido a los riesgos que estos implican para la diversidad de información y la construcción de imaginarios y representaciones. En este contexto, los medios independientes y comunitarios se han convertido en los principales espacios de desarrollo de investigación periodística, fiscalización de los poderes y de alianza con los movimientos sociales en la mayoría de los países de América Latina.
También se resaltó la urgencia de dar seguimiento a la exigibilidad de normativas que aseguren la participación equitativa de las mujeres en los medios de comunicación (por ejemplo la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer CSW 62, que se realizará en 2018 y contará por primera vez con un eje de Comunicación y Género), así como desarrollar propuestas comunicacionales desde los movimientos de mujeres y feministas que generen narrativas innovadoras.