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Las voces de las mujeres latinoamericanas presentes en el 9° Foro Urbano Mundial

Con 23.000 asistentes, el encuentro contó con una Asamblea de Mujeres y, por primera vez, una de Organizaciones de Base. La Articulación Feminista Marcosur co-organizó una mesa de trabajo.

 

En el Foro Urbano Mundial (WUF9, por sus siglas en inglés) se produce el mayor encuentro internacional entre personas que toman decisiones sobre qué políticas urbanas aplicar en las ciudades. Su novena edición, realizada en Kuala Lumpur (Malasia) del 7 al 13 de febrero, contó con espacios imprescindibles para la equidad de género: la Asamblea de Mujeres y la Asamblea de Organizaciones de Base.

El WUF9 tuvo como norte el lema «Ciudades 2030, Ciudades para todos: Implementando la Nueva Agenda Urbana» (NUA). La NUA es un gran acuerdo que establece un nuevo estándar mundial para la planificación y gestión de las ciudades, con el objetivo de lograr un desarrollo urbano sostenible. Fue adoptado por la Conferencia de la ONU sobre Vivienda y Desarrollo Urbano Sostenible (Hábitat III) en Quito, Ecuador.

Hubo 23.000 participantes de 165 países y se contó con más de 500 eventos, incluyendo asambleas, sesiones plenarias, diálogos sobre políticas, mesas redondas de alto nivel, sesiones de capacitación y eventos de networking.

Allí se encontraron los principales actores urbanos del mundo: gobiernos nacionales, gobiernos locales, la sociedad civil, el sector privado y la academia compartieron sus conocimientos y buscaron soluciones innovadoras y duraderas para lograr un desarrollo urbano sostenible.

Asamblea de base

La novedad de esta edición fue el importante papel de las mujeres que trabajan en el territorio de manera organizada. Por primera vez en nueve ediciones hubo una Asamblea de Organizaciones de Base (denominadas “grassroots” en inglés), donde participó Ciscsa, organización perteneciente a la Articulación Feminista Marcosur (AFM).

Allí se reunieron mujeres de todos los puntos del mundo, con importante presencia latinoamericana. Participaron mujeres que trabajan en el territorio, en los barrios; las primeras en dar respuesta a los desastres naturales, en asistir a los refugiados; las que luchan por la conservación de los territorios y el acceso al agua; las que piensan estrategias para que las calles de sus ciudades sean seguras, entre otras.

Luego del plenario de apertura, la Asamblea se dividió en grupos según regiones. En el de Latinoamérica, las participantes contaron sobre lo que realizan en sus territorios como aporte a la implementación de la Nueva Agenda Urbana.

“Organizamos campos de pensadores urbanos, un espacio integrado por personas de la comunidad, autoridades, empresas, universidades. Porque, lamentablemente, ni el gobierno nacional ni el gobierno local tienen como norte implementar la Nueva Agenda Urbana, por lo que nosotras estamos soportando bajo nuestros hombros el reto de la implementación”, comentó Olenca, de Perú.

Haydeé, de Nicaragua, contó que son ellas quienes se reúnen con los gobiernos locales para capacitarlos sobre la Nueva Agenda Urbana. “Como acaba de haber elecciones, tenemos que comenzar de nuevo”, se lamentó. Por su parte, Diocelinda, de Ecuador, habló del trabajo que realizan en sus comunidades sobre sensibilización en temas del agua, el territorio y las conexiones existentes entre lo urbano y lo rural.

En la puesta en común de estos grupos de trabajo, una de las conclusiones de la Asamblea fue la necesidad de participación en el diseño e implementación de las políticas públicas.

«Ya sabemos lo que queremos: cómo tratar con las autoridades locales», se leyó en las conclusiones. También se resaltó la idea de que hay que dejar de tratar a las mujeres como “beneficiarias”. “No somos las pobrecitas, somos agentes de desarrollo», aseguraron.

Además, se hizo hincapié en el gran aporte que realizan en el mapeo y la recolección de información de los territorios para, por ejemplo, el diseño de políticas de vivienda.

Al mismo tiempo, se resaltó la gran capacidad y trayectoria de estas mujeres para hacer alianzas con diversos actores, como la academia, organizaciones locales e internacionales, redes de mujeres y gobiernos.

Finalmente, quedó clara la especial necesidad de obtener recursos que apoyen su labor, ya que demuestran a diario su capacidad para responder incluso antes que las autoridades, manejar el dinero y ejecutar proyectos.

La Asamblea de Mujeres

El Foro inauguró sus sesiones con la Asamblea de Mujeres, que se realizó durante toda la jornada del 7 de febrero. En la apertura, la Directora Ejecutiva de ONU Habitat, Maimunah Mohd Sharif, destacó la importancia de que las decisiones sobre el presupuesto en los gobiernos locales se realicen de manera participativa y sensible al género. También hizo hincapié en la necesidad de contar con estadísticas fiables sobre los desafíos específicos que enfrentan las mujeres en las ciudades, como en la seguridad en el transporte público.

Mohd Sharif aseguró que la equidad de género será una prioridad en su gestión, que comenzó apenas dos semanas antes del Foro.

Ana Falú, directora ejecutiva de Ciscsa, participó del Plenario de la Asamblea de Mujeres e instó a gobiernos, organizaciones internacionales y autoridades a invertir en las mujeres. “Las mujeres del mundo nos estamos uniendo, formando alianzas, estableciendo contactos, influyendo en las agendas. Estamos marcando la diferencia y liderando el cambio social», dijo.

La idea central del planteo de Falú fue el establecimiento de un programa internacional que se apoye en el nexo entre las mujeres, la infraestructura y la planificación.»Sin recursos, sin inversión en mujeres y niñas, no podemos avanzar en la construcción de ciudades seguras e inclusivas», agregó Falú, quien habló en representación del Advisory Group on Gender Issues (Grupo Asesor sobre Cuestiones de Género de ONU Hábitat).

Otras de las disertantes, Kathy Klein, de la General Assembly of Partners, subrayó que el mayor obstáculo para el envejecimiento de las comunidades es su falta de visibilidad, incluso en la recopilación de datos. Suneeta Dhar, de la organización Jagori (India), presentó el trabajo de su entidad en la creación de ciudades más seguras para las mujeres, destacó algunos avances en el derecho penal y planteó la necesidad del monitoreo para poner fin a la impunidad de la violencia sexual.

Apertura. La apretura de la Asamblea de mujeres (en inglés) se puede ver aquí. Las palabras de Ana Falú se encuentran a partir del  minuto 10.32.

La AFM, presente

Uno de los eventos realizados el viernes 9 de febrero fue co-organizado por la Articulación Feminista Marcosur (AFM) y llevó el nombre de “Visiones y prácticas de las mujeres para la implementación de la Nueva Agenda Urbana: ciudades inclusivas, equitativas y sostenibles para todas las personas”.

El evento reunió a mujeres líderes y activistas, investigadoras y expertas urbanas relevantes a nivel local e internacional, quienes disertaron sobre diferentes enfoques y prácticas de experiencias innovadoras, efectivas y orientadas al género en la implementación de la Nueva Agenda Urbana.

En la segunda parte de la sesión, Olga Segovia presentó el libro “¿Quién cuida en la ciudad?: aportes para políticas urbanas de igualdad”, publicado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

El libro indaga sobre las personas que se ocupan del trabajo de cuidados en la ciudad y cómo esta puede planificarse y gestionarse para responder a las necesidades de las mujeres, a quienes tradicionalmente se han asignado las tareas de cuidado, de manera que puedan ejercer sus derechos y ampliar su autonomía económica.

El libro se puede descargar de manera gratuita aquí.
Más información en la web oficial del WUF9: http://wuf9.org/