Buenos Aires fue de los Diálogos realizados en julio con la REDTRASEX.
¿Para qué discutir acerca del trabajo sexual?
Durante estos Diálogos se definieron la prostitución/trabajo sexual, como una situación que involucra a mujeres, transexuales, travestis, u hombres, todas y todos mayores de edad, que no han sido captadas o captados, trasladadas o trasladados mediante amenazas, uso de la fuerza o engaño. Es decir, que no involucra la trata y tráfico de personas, actividades en todas las circunstancias condenables como una práctica de violencia y de violación explícita de los derechos humanos.
Buscando los puntos de convergencia entre las diversas posturas y contextos políticos bajo los que se construyen, se enfatizó en cómo las demandas de los grupos feministas están vinculadas a los Derechos Sexuales y los Derechos Reproductivos desde los años 60, y son protagonistas principales en la promoción de esos derechos. Los grupos feministas centran estas demandas en la legalización del aborto, la diversidad sexual, las diversas formas de familia, el acceso universal a la salud sexual y reproductiva, y el respeto pleno de los derechos sexuales y los derechos reproductivos, entre otras.
Por tanto surgió en este escenario algunas preguntas: ¿hasta dónde estas demandas son relevantes para las redes que se abocan a la defensa del trabajo sexual? ¿Cómo las han formulado al interior de sus redes? ¿Y hasta dónde y de qué manera, las demandas sobre el trabajo sexual son centrales para las otras redes feministas y cómo las han formulado? ¿Cuáles son los límites que cada espacio define?
Durante los Diálogos se reconoció al feminismo como un espacio de pluralidad de visiones y perspectivas como las que existen en la sociedad civil, y en consecuencia, fue importante acordar pautas mínimas sobre definiciones y propuestas, que nos permitan avanzar en el reconocimiento de derechos para todas las personas, basados en el principio de no lesionar los intereses de ningún colectivo.
No fue el propósito de este espacio abordar en profundidad las posturas sobre prostitución y/o sus diferencias con el trabajo sexual, ni menos aún llegar a una conclusión sobre los caminos que llevan al reconocimiento de derechos.
Las redes feministas convocantes reconocieron el importante trabajo que la REDTRASEX realiza desde hace ya varios años, para organizar un sector de significativa vulnerabilidad, sobre el que pesan violaciones cotidianas de derechos básicos, estigmas y prejuicios.
Algunos ejes temáticos
- Diversidad sexual: como feministas la REDTRASEX comenzó a considerar no sólo las cuestiones referentes a su trabajo, sino al hecho de ser mujeres. La presidente de la red dijo que “hablar del tema lesbianismo dentro de nosotras, también fue difícil. El sector discriminado es, muchas veces, el más discriminador. Somos una gran organización de diversas. También, conocernos y poder hablar del tema nos parecía importante. Fueron años de tensiones, de conocernos y de liberarnos de una vez por todas de tanta opresión y de tanta represión sexual que nosotras mismas teníamos. Creemos que la represión sexual hace infeliz a las personas. Y es el gran problema que tiene la sociedad».
- Legalización del aborto: En relación al aborto legal y gratuito, la REDTRASEX se refirió al recorrido y las tensiones generadas frente a este tema, porque muchas de las compañeras tienen fuertes creencias católicas. La discusión ha avanzado, hasta generar un posicionamiento al respecto, sin embargo, saben que es necesario seguir la discusión con aquellas mujeres que se van afiliando.
- Anticoncepción: Como indica un trabajo realizado por la REDTRASEX en el 2013, la experiencia más habitual entre trabajadoras sexuales en toda la región es la de tener que atenderse lejos de donde viven para evitar que en su casa o en su barrio se enteren de que se dedican al trabajo sexual. En sintonía con lo anterior, la experiencia más mencionada fue la de optar por atenderse lejos de la zona donde trabaja para que en el servicio de salud no supieran a qué se dedica. Estas dos situaciones están vinculadas con el secreto bajo el cual se intenta mantener la actividad, evitando posibles situaciones de discriminación, ya sea por parte de las personas allegadas como por parte de los profesionales.
- Violencia de género y sexual: La ausencia de una normativa clara en relación al trabajo sexual fomenta una incorrecta idea de ilegalidad que se refleja en situaciones graves de estigma y discriminación social sobre quienes lo ejercen. A esto se suma un gran desconocimiento en materia de las fuerzas de seguridad, lo que da como resultado constantes situaciones de malos tratos y abusos de autoridad. Al no existir un marco legal claro y contundente, la aplicación de las leyes se realiza de manera discrecional, bajo interpretaciones subjetivas de las leyes vigentes y habitualmente fuera del marco de un debido proceso. A lo largo de la región se registran diariamente situaciones de violencia hacia trabajadoras sexuales, varias de las cuales terminan en asesinatos. Los casos recopilados durante el 2014 por las organizaciones nacionales de trabajadoras sexuales que integran la REDTRASEX, demuestran que los asesinatos a trabajadoras sexuales suceden por alguna de las siguientes razones:
2. Se han negado a abonar “cuotas” para ejercer su trabajo a mafias, maras y fuerzas de seguridad.
3. Han llevado adelante denuncias contra determinados sectores de poder que buscan lucrar con el trabajo sexual.
4. Han sido víctimas de estigma y discriminación.
5. Han ejercido el trabajo en espacios en sitios inseguros que son conocidos como “zonas liberadas”.
- Infecciones de transmisión sexual y VIH/Sida: Algunos de los temas de la agenda de la REDTRASEX en relación a este punto se relacionan con la realización del test de VIH de forma compulsiva y obligatoria. Un estudio demuestra que hay un alto porcentaje de mujeres trabajadoras sexuales a las que se les obligó a realizarse el testeo de VIH. Por otra parte, hay registro de casos en los que como parte de las detenciones a las trabajadoras sexuales, se les realiza también el testeo compulsivo, tal como sucedió el 23 de julio de 2014 en Panamá, cuando un grupo de 15 trabajadoras sexuales fueron violentadas y apresadas por las fuerzas policiales.
- Criminalización del VIH: En Marzo de 2014 se registró en Bolivia un caso paradigmático, en el que una mujer trabajadora sexual, de 25 años y madre de dos hijos, que ejercía su profesión en Sucre y Potosí, recibió la condena judicial de prisión domiciliaria por continuar con su trabajo luego de haber sido diagnosticada VIH positiva, pese a utilizar preservativo. La jueza determinó que la acusada era culpable por el delito contra la salud pública y debía someterse al tratamiento médico y, cada 15 días, presentarse ante el Ministerio Público para firmar el libro de registro. En su fallo ordenó también la prisión domiciliaria con escolta policial. La situación representa una clara violación del derecho a la confidencialidad del diagnóstico de VIH, y también un claro ejemplo de discriminación.
Conclusiones y acuerdos
Luego de una larga discusión acerca de las posturas y encuentros dentro de una agenda feminista más general, se analizó en primer lugar, que no es necesario apresurarse a cerrar los debates propuestos ni dar conclusiones tajantes en cuanto a los acuerdos, sino más bien dejar abierto a la necesidad de profundizar. Es necesario enfatizar algunos temas, como la violencia institucional, para ampliar la discusión y el tema de los derechos, que de alguna manera transversaliza los puntos que pueden levantarse en común y esto hace parte de este primer acercamiento en el que se consideró que hay realidades disitntas incluso dentro de las propias redes. No todas las organizaciones feministas tiene la misma posición y éstos son debates que deben ampliarse también al interior de las organizaciones participantes de los Diálogos.
Sobre los acuerdos se llegaron a los siguientes puntos:
1. Mercantilización del cuerpo vs. Trabajo sexual: Se planteó cuál es la diferencia entre mercantilizar el cuerpo de las mujeres para mantener relaciones sexuales o para la limpieza del hogar o la extracción minera. Esta reflexión se basa en que las trabajadoras sexuales consideran que no venden su cuerpo, sino que destinan ciertas horas de su vida a trabajar con el sexo, que eso no las esclaviza. Que entodo caso venden su fuerza de trabajo, su servicio y no su cuerpo. El trabajo se realiza desde la decisión, la autonomía, la elección, queda afuera toda otra forma de prostitución (explotación sexual, trata). La prostitución, que históricamente se ha considerado como una institución patriarcal no quita que la personas que se reconocen como trabajadoras sexuales vivan esta labor desde su autodeterminación y puedan organizarse por el reconocimiento de derechos y que quienes nos asumimos feministas reconozcamos y respaldemos esa organización y su lucha.
2. La RedTraSex frente a la agenda feminista: La agenda de la REDTRASEX se enfoca en la incidencia política/ fortalecimiento organizacional, VIH/SIDA, género, DSyDR, resolución de conflictos, violencia institucional, migración, libertad sexual, trata-proxenetismo y acercamiento a las centrales sindicales.
3. En el marco de DDHH: hay dimensiones que son comunes a las luchas propuestas en la agenda de la red y la agenda feminista, como la legalización del aborto o el reconocimiento de la diversidad sexual.