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Decenas de miles de mujeres reivindican sus luchas en Resistencia

Una vez más, las mujeres se juntaron en el 32º Encuentro Nacional de Mujeres: un espacio de articulación, reflexión, luchas, reivindicaciones y manifestaciones.

Multitudinario 32º Encuentro Nacional de Mujeres en Argentina. La ciudad del norte de Argentina albergó al 32º Encuentro Nacional de Mujeres. Si bien no hubo represión policial en la manifestación de cierre -como sucedió otros años- sí se registraron agresiones de particulares en un contexto de ausencia de fuerzas de seguridad.

Una vez más, las mujeres se juntaron de a decenas de miles en el 32º Encuentro Nacional de Mujeres: un espacio de articulación, reflexión, luchas, reivindicaciones y manifestaciones.

El Encuentro convocó en Resistencia -ciudad ubicada al norte del país- a unas 60 mil participantes de todos los puntos de Argentina. El espacio se caracteriza por su heterogeneidad: reúne a mujeres de ciudades, de pequeños pueblos, de barrios populares; mujeres académicas, trabajadoras, del campo popular, activistas de organizaciones sociales, representantes políticas, gremialistas y un infinito etcétera.

El Encuentro se realizó del 14 al 16 de octubre, en un contexto de ajuste económico a nivel nacional y de criminalización de la protesta social, así como de discursos antifeministas que penetran cada vez con más fuerza -como el de la “ideología de género”- en los sectores conservadores y que se comienzan a manifestar con agresiones concretas en los cuerpos de las mujeres.

Una nota distintiva de este año fue el rol protagónico de las líderes de pueblos originarios, con más de 1.500 representantes de comunidades indígenas. También se visibilizó a las mujeres trans y las violencias diferenciales que atraviesan -con énfasis en los transvesticidios-, lo que implicó la participación en la comisión organizadora de una mujer travesti.

Hubo 71 ejes temáticos, en torno a los que se hicieron uno o más talleres de cada uno: “Mujeres y hábitat”, “Mujeres, ciencia y tecnología”, “Mujer, violencia y maltrato”, “Mujeres campesinas y rurales”, “Mujeres y salud”, “Movimientos de mujeres y activismos”, “Estrategias para el acceso al aborto legal, seguro y gratuito”, “Mujeres y feminismos”, “Mujeres y activismo lésbico”, “Violencia, abuso y acoso sexual”, “Mujeres y medioambiente”, fueron sólo algunos.

Mujer y Hábitat

La organización Ciscsa (Centro de Intercambios y Servicios para el Cono Sur Argentina) -integrante de la Articulación Feminista Marcosur (AFM)- participó del Taller Mujer y Hábitat, donde se habló sobre las ciudades seguras y la violencia en el espacio público.

Allí se plantearon varios ejes de discusión, como la división sexual del trabajo, las viviendas colectivas y las cooperativas de mujeres. También surgió como preocupación el crecimiento de los desalojos.

Se planteó cómo el término “hábitat” es mucho más abarcativo que el de “acceso a la vivienda”; por lo que se trató el concepto más amplio de “derecho a la ciudad”: el derecho de todas las personas de producir, usar, gozar y disfrutar del conjunto de los bienes públicos que conforman las ciudades, sus servicios, viviendas, equipamientos, transporte y espacios de recreación.

A diferencia de otros talleres, en el espacio hubo muchas participantes que buscaron articular con otras organizaciones, lo cual derivó en un grupo virtual en el que se siguieron las discusiones con el objetivo de compartir experiencias, intercambiar materiales y coordinar acciones futuras.

El tema del hábitat y las ciudades seguras como eje de los encuentros cuenta con varios años de funcionamiento, y este año el taller Mujer y Hábitat llenó su capacidad (no pueden participar más de 30 personas, una regla que pretende brindarle a todas la posibilidad de tener voz), por lo que se tuvo que abrir un nuevo taller para tratar la temática, el cual también se completó.

Persecución y agresión

Gracias a las gestiones de la organización del Encuentro con autoridades locales, en la manifestación de cierre -que completó 46 cuadras llenas de participantes- no hubo represión policial, algo que sí sucedió con ferocidad en las dos últimas ediciones.  Sin embargo, la violencia machista se hizo presente el lunes cuando, una vez terminado el Encuentro, un grupo de hombres y mujeres persiguió y agredió verbal y físicamente con palos y piedras a mujeres que estaban esperando sus autobuses para retornar a sus ciudades, informaron las organizadoras.

Las mujeres “tuvieron que resguardarse en edificios cercanos, ya que los agresores las persiguieron con motocicletas, palos, piedras y cuchillos ante la inexistente presencia de efectivos de seguridad y la inacción de los vecinos que se encontraban en las calles, quienes en muchos casos también agredieron verbalmente a las mujeres perseguidas”, relató la comisión organizadora del Encuentro en un comunicado.

Aparentemente, los agresores respondieron a la convocatoria de una concentración de vecinos de Resistencia que llamaban a reunirse en el centro de la ciudad para declararse en contra de la realización del Encuentro. Entre las agredidas hubo integrantes de Habitar Argentina, un colectivo de organizaciones, legisladores y otros actores del que es parte Ciscsa.

Ante esta situación, Ciscsa emitió el siguiente comunicado en repudio:

REPUDIO ANTES LOS ATAQUES VIOLENTOS A FEMINISTAS EN CHACO

Desde CISCSA (Centro de Intercambios y Servicios para el Cono Sur Argentina) queremos expresar nuestro máximo repudio antes las acciones violentas cometidas durante el cierre del 32° Encuentro Nacional de Mujeres.

Más que enojo, es una tristeza infinita saber que un grupo de personas auto-convocadas y armadas con piedras y palos, armaron una columna para violentar a las compañeras que aún no habían vuelto del Encuentro.

Un grupo de personas que representan a muchas más.

Heridas físicas, miedo y la angustia de sabernos perseguidas por luchar por nuestros derechos, por la libertad de nuestros cuerpos, por la deconstrucción de un sistema que nos oprime, nos empobrece y nos mata cada día.

Estamos en un momento histórico en el que las mujeres decidimos salir a las calles, a las plazas. Decidimos que ya no podemos ni queremos más callar la opresión y la violencia machista, que no vamos a tolerar manos ni palabras violentas, ni techos de cristal, ni trabas a la salud y a la educación.

El feminismo jamás ha matado ni herido a nadie, el machismo mata todos los días. ¿Por qué debemos ser nosotras las que recibimos violencia por reclamar en contra de la violencia? Y una violencia que viene directamente de lxs mismxs oprimidxs, por lxs que también luchamos.

Pero sabemos que los sistemas abusadores se mantienen mejor cuando tienen aliados entre lxs abusadxs.

Nuestro deseo, en cada Encuentro de Mujeres, cada vez que salimos a la calle, cada asamblea, cada taller, cada charla; es abrir una puerta más, es poner en duda lo que creíamos anquilosado, es tirar todo para volver a construirlo mejor, más inclusivo, más lleno de amor, de empatía.

Ellxs quieren destruirnos. Nosotras respondemos construyendo.

Más información en http://encuentrodemujeres.com.ar