Las redes y organizaciones feministas firmantes denunciamos y repudiamos los ataques permanentes del gobierno Nicaragüense a las feministas y defensoras de derechos humanos en ese país. Desde hace meses la crisis política y de derechos humanos se ha profundizado, escalando los niveles de violencia y la descomposición social en ese país.
Las activistas enfrentan intimidación, asedio, detenciones arbitrarias, atentados en contra de su integridad física y sexual, expulsión del país, retiro de residencias y ciudadanías legalmente obtenidas; así como, el retiro de la personería jurídica y el congelamiento de las cuentas bancarias de las organizaciones.
Este ataque permanente ha estado presente en la última década, y se intensificó en el marco de la crisis, cobrando mayor relevancia con las recientes declaraciones de la vicepresidenta, quien posicionó un discurso de odio, instigación a la violencia y criminalización contra las feministas.
Estamos mirando su actuación, la hemos denunciado y la seguiremos poniendo en evidencia. Ninguna democracia tiene espacio para las acciones criminales, la represión a las demandas sociales y a la defensa de los derechos humanos.
El gobierno de Ortega, heredero de una revolución que prometía mejores condiciones de vida, justicia e igualdad para el pueblo de Nicaragua traiciona, con sus acciones, ese legado y tergiversa esas causas.
Llamamos a las instancias regionales e internacionales de Derechos Humanos y al Sistema de las Naciones Unidas a cumplir con su obligación ética de observar, documentar y denunciar los actos del Gobierno de Ortega, a impedir que se perpetúen las violaciones a los derechos y se sigan cometiendo actos de injusticia y violencia contra las defensoras y los movimientos sociales auto-convocados. Cualquier conducta distinta, no puede ser leída ni como negligencia, ni como diplomacia, solamente se traduce en vergonzosa complicidad.
Llamamos a distintos organismos multilaterales y la comunidad internacional a acompañar un proceso por el que pueblo nicaragüense pueda salir de esta crisis de forma pacífica y democrática, que respete su derecho a la autonomía y autodeterminación y asegure la justicia, la reparación de daños a las víctimas y otorgue garantías de no repetición.
Llamamos a la comunidad latinoamericana y caribeña a levantar la voz, junto con nosotras, para dejar claro que se deben restaurar la democracia y la paz social en Nicaragua, que se debe frenar la impunidad de la actuación del gobierno represor.
Las feministas y defensoras, así como el pueblo de Nicaragua no están solas, estamos aquí, la comunidad feminista, democrática y de izquierda de América Latina, nosotras sabemos distinguir y denunciar la violencia y los crímenes vengan de dónde vengan.
Ningún gobierno puede sostenerse sobre el uso de la fuerza, la barbarie y la impunidad, exigimos:
¡Alto a los ataques y la represión, alto a la criminalización del activismo ciudadano, alto a los ataques a la defensoras de derechos humanos!
¡Ni una feminista más expulsada, criminalizada o presa!
¡Libertad inmediata a las presas políticas!
Comunicado con firmas: Comunicado regional, solidaridad feminista con Nicaragua