A los pocos días del rechazo al Proyecto de Ley se comenzaron a conocer casos de muertes de mujeres a causa de abortos practicados en la mayor precariedad, algo que nunca se publicaba en los medios.
Las primeras dos muertes tras el 9 de agosto se produjeron en la provincia de Buenos Aires, donde gobierna María Eugenia Vidal, la política estrella del PRO -el partido del presidente Mauricio Macri-, quien hizo campaña en contra de la Ley.
“Si la Ley no se vota hoy, mañana voy a estar más aliviada», dijo la gobernadora, con gran influencia en los senadores de su provincia, el día antes de la votación. Adujo cuestiones presupuestarias, cuando todas las estadísticas demuestran que son menores los costos para la salud pública garantizar el acceso al aborto seguro que atender sus consecuencias. Es que, según cifras oficiales, al menos 50.00 mujeres al año son hospitalizadas en Argentina por complicaciones tras un aborto inseguro o clandestino.
Las vidas que podrían haber sido salvadas
Liz se llamaba la primera mujer que murió, apenas una semana después del rechazo a la Ley. Tenía 34 años y un hijo de 2. Intentó abortar con la ayuda de perejil, un método casero, barato y peligroso. Sebastián Crespo, de la Red de Profesionales de la Salud por el Derecho a Decir, aseguró a Clarín que “nunca hubiera ocurrido este suceso si el aborto fuera legal”.
Apenas tres días más tarde, el rechazo al aborto legal, seguro y gratuito se cobraba otra vida. Tenía 30 años y cuatro hijos.
Y los casos continuaron. El 18 de agosto, en la provincia de Córdoba -segunda en cantidad de habitantes del país- se conocía otro caso de una mujer que peleaba por su vida, ingresada en el hospital por una perforación de útero causada por la utilización de una sonda. Fue intervenida quirúrgicamente de urgencia; se le realizó una histerectomía. Salvó su vida.
“La clandestinidad mata o nos deja con secuelas graves y de por vida (…). La clandestinidad del aborto que promueven los antiderechos tiene un sentido moralizador, disciplinador y virulento con la vida de las mujeres y en el caso de las mujeres pobres pretenden que paguen son su salud o su vida”, comunicaron desde la Campaña Nacional por el Aborto Legal, Seguro y Gratuito junto a la Red de Profesionales de la salud por el Derecho a Decidir, quienes usan como slogan “Contás con nosotrxs”.
Por otra parte, desde el movimiento MuMaLá se anunció que crearán un Registro Nacional de Muertes de Mujeres por Abortos Clandestinos, como ya hacen con el relevamiento nacional de femicidios.
Siguen las persecuciones
Como manifestamos en publicaciones anteriores, las personas que apoyan la causa o llevan el pañuelo verde, símbolo de la campaña a favor del aborto legal, están expuestas a sufrir ataques. Algunos casos:
Allanamiento. La Justicia de Río Grande, localidad de la provincia argentina de Tierra del Fuego, ordenó allanar los hogares de militantes feministas acusadas de “apología al aborto” en busca de pinturas, cámaras, pañuelos o cualquier otro elemento relacionado con el aborto legal, según informó el diario argentino Página 12. Ver.
Contra adolescentes. Las persecuciones también son contra estudiantes del colegio secundario, en especial en provincias más conservadoras. Es el caso de la provincia de Salta, donde la Coordinadora de Estudiantes Secundarios por el Aborto Legal denunció al menos ocho escuelas por persecución a alumnos que se manifestaron a favor del aborto. Ver.
Relevamiento preocupante. Un relevamiento dado a conocer hace pocos días arrojó que en la región del Nordeste Argentino (provincias de Chaco, Corrientes, Formosa y Misiones) se registraron 75 ataques violentos hacia personas a favor de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo durante el período comprendido entre agosto del 2017 y julio del 2018. El informe fue realizado por el Observatorio de Conflictos Sociales del Nordeste Argentino (OCSo-NEA), una iniciativa de docentes, investigadores y estudiantes de la Universidad Nacional del Nordeste. Ver.