Más de 6.000 personas fueron a escucharla al escenario que montaron en la calle, donde le entregaron el doctorado Honoris Causa de la Universidad de la República. Agotó las entradas para su conferencia en el Teatro Solís y llenó todas las actividades de su agenda.
La reconocida filósofa estadounidense llegó a Uruguay gracias a un grupo de organizaciones civiles (Mizangas, Mujeres en el horno, Ovejas Negras y +Vhidas, reunidas en el proyecto “Horizonte de Libertades”) y al Ministerio de Desarrollo Social. En los días que estuvo en el país se reunió con organizaciones sociales, colectivos de mujeres latinoamericanas afrodescendientes, sectores políticos del partido oficialista, académicos/as y más. Con la consigna “Sin racismo, mejor democracia” dio dos conferencias abiertas al público.
Democracia, cárceles, racismo y medio ambiente
Frente a un Teatro Solís repleto de gente, Davis dio un discurso alentador y en consonancia con el gobierno, que le dio el reconocimiento de Ciudadana Ilustre. “Me voy de Uruguay habiendo aprendido mucho más que lo que yo podría enseñarles”, expresó. “Uruguay definitivamente no es un país chiquito. Quizá su población no sea numerosa, pero se ha convertido en una de las visiones más prodigiosas de la democracia del futuro”.
Entre otras cuestiones, Davis aplaudió algunos avances legislativos, como el aborto legal, el matrimonio igualitario, la reproducción asistida, las acciones afirmativas, la ley integral contra la violencia de género y la ley integral para personas trans, además de la marihuana legal. “Son realmente un faro para el resto del mundo, especialmente para países como Estados Unidos o Brasil, cuyos actuales líderes intentan revertir los logros alcanzados y evitar que se alcancen otros”, afirmó. También mencionó la importancia de la lucha social y destacó a la Marcha del Silencio y la Marcha por la Diversidad, dos de las manifestaciones anuales más multitudinarias del país -después del 8M-.
En año electoral, la activista invitó a las personas presentes a cuidar la democracia. “La mayoría de los países blancos no llegaron a desplegar su pleno potencial democrático. Promueven un discurso de libertad y justicia, pero los derechos y la libertad se ven limitados por la raza, el género y la clase social”, afirmó, y preguntó: “¿Qué quiere decir que países como Estados Unidos, Canadá o Francia sean democráticos cuando la mayoría de las personas negras se mantienen aún en la periferia de esta democracia? Eso no es democracia”.
También denunció la intervención estadounidense en América Latina, especialmente su papel en la promoción del golpe de Estado en Venezuela. Por otro lado, nombró al pueblo charrúa y afirmó que los europeos no descubrieron América. “Esta doctrina es un arma que sigue condenando a los pueblos indígenas a la invisibilidad”, dijo, y comentó que no se puede desvincular la historia negra de la de los pueblos originarios, “unidas por un espíritu de libertad irreductible”.
Davis dedicó una parte de su conferencia a la situación de las cárceles, que describió como “fallas” de la democracia. “Si querés saber a quién excluye una sociedad, a quién se le niegan derechos y libertades, basta con mirar la población carcelaria”, explicó. “El racismo ha sido el gran impulsor, en la era del capitalismo global, del desarrollo del complejo carcelario industrial”.
Por otro lado, habló de la avanzada fascista y fundamentalista, fenómeno que catalogó como “lamentable”. Tildó al “ocupante de la Casa Blanca” -se negó a pronunciar el nombre del presidente estadounidense- de “populista demagogo” y explicó que, generalmente, los populismos se basan en “chivos expiatorios, explicaciones basadas en información falsa, racismo y xenofobia”. Invitó a cuestionar por qué estos fenómenos son atractivos para la población y aseguró que lo fundamental es organizarse como sociedad y “ayudar a personas que podrían ser seducidas por estos argumentos demagógicos, para que ellas puedan ver la realidad y para que todos podamos preservar y ampliar la democracia”. También criticó al plebisito Vivir Sin Miedo, una campaña promovida por el Partido Nacional en Uruguay, que propone la militarización de la policía y otras medidas centradas en el punitivismo para combatir la “inseguridad”. “Sé que en Uruguay hay algunas personas que han intentado aumentar la llama del miedo, por ejemplo, llamando a la militarización de la Policía”, dijo, “como si una Policía militarizada nos hiciera sentir más seguras”.
Recordó que mientras ella hablaba a tan solo unas cuadras se encontraba la manifestación por el Día Internacional del Agua, tema en el que hizo hincapié. «Si no logramos conservar el mundo, entonces todas nuestras victorias contra el racismo y el heterocapitalismo serían en vano», dijo, y agregó: “También vamos a tener que reconocer, mundialmente, la violencia que ejercemos contra los animales”.
Davis terminó su conferencia parafraseando una conocida frase suya: “Cuando las personas más oprimidas empiezan a levantarse, cuando las mujeres negras empiezan a levantarse, el mundo se subleva con nosotras”.