El feminicidio de Eyvi Ágreda (joven asesinada por un compañero de trabajo que la acosaba) abrió la discusión sobre la normalización del acoso sexual en la sociedad peruana.
Los siguientes fueron los casos más sonados de acoso sexual en Perú en los últimos dos meses:
El Mundial de los acosadores
Perú clasificó al Mundial de futbol por primera vez en 36 años. Más de 50.000 peruanos decidieron realizar el largo viaje hasta Rusia para apoyar a su equipo, pero su furor deportivo fue acompañado de su machismo. Varios abordaron a mujeres de distintas nacionalidades para pedirles que filmaran saludos: al no saber español, las jóvenes repetían fonéticamente lo que los peruanos les indicaban sin saber que estaban reproduciendo frases desagradables de connotación sexual. Machistas de todas las banderas recibieron, además del escarnio social, graves consecuencias en sus puestos de trabajo.
Agencias publicitarias escrachadas por acoso
La plataforma “Ni una menos: Tocan a una tocan a todas” recopiló las denuncias anónimas de mujeres profesionales del ámbito publicitario e hizo un llamado a la SUNAFIL (Superintendencia Nacional de Fiscalización Laboral del Perú) para que se investigue a tres exitosas agencias de publicidad en las que se permitieron numerosas situaciones de acoso, hostigamiento y abuso sexual. La plataforma también etiquetó en su publicación de Facebook a los clientes de las agencias, lo que ocasionó un susto en el bolsillo de gerentes y dueños que nada habían hecho cuando sus trabajadoras denunciaron los hechos.
A raíz del llamado, una de las agencias suspendió a un trabajador que tenía una denuncia de abuso sexual y otra despidió a un implicado en acoso. Esta última también contrató a una agencia de relaciones públicas para mejorar su imagen: tomó acciones para controlar el daño público, en lugar de tomarlas cuando las denuncias fueron presentadas por sus trabajadoras.
Bloque Feminista Universitario
Hartas de la falta de acción por parte de las autoridades universitarias, las estudiantes feministas crearon el Bloque Feminista Universitario para hacer frente a la normalización del acoso y la pasividad de las casas de estudios. Semana a semana, estudiantes de la Pontificia Universidad Católica del Perú, de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, la Universidad Cayetano Heredia y la Universidad Nacional Federico Villarreal, entre otras, se unen para diseñar propuestas y enfrentar la indiferencia e ineficacia de los procesos actuales de denuncia.
Para estas jóvenes estudiantes no son ajenas las situaciones de acoso y abuso sexual, tanto dentro como fuera del campus, perpetuadas por estudiantes e incluso profesores.
Doctor Acoso
Hace más de un año que la médica Rosa Canales sufre de acoso y hostigamiento en la Universidad Cayetano Heredia por parte de sus colegas superiores. Más de 200 denuncias fueron hechas por la médica, tanto hacia sus agresores como hacia quienes avalaron las agresiones. El “error” de Canales fue mostrar su molestia frente a los comentarios sobre su físico y su incomodidad hacia las propuestas de sus colegas; es decir, rechazar el acoso sexual al que la sometían mientras estudiaba y trabajaba.
El Poder Judicial archivó su denuncia y delegó a la Universidad la labor de investigar y sancionar los hechos, lo que dejó a Canales desprotegida ante nuevos hostigamientos. Recibió amenazas de muerte a su celular y en la puerta de su casa.
A un mes de terminar la residencia, la médica está siendo procesada por la Universidad por hacer públicas sus denuncias.
Mientras las autoridades de instituciones y organizaciones sigan ignorando o minimizando estos hechos, muchas mujeres estudiantes y trabajadoras seguirán siendo sometidas en silencio al acoso y hostigamiento sexual y con el temor de las represalias de sus agresores.