Las mujeres peruanas, en toda nuestra diversidad, tomamos las calles el pasado 23 de noviembre para exigir justicia y demandar al Estado la protección de nuestros derechos. Por la eliminación del patriarcado, el machismo y los fundamentalismos.
En el marco del Día Internacional Contra la Violencia de Género, el pasado 23 de noviembre tomamos las calles de Lima, levantamos nuestra voz y exigimos juntas justicia para las mujeres agredidas cotidianamente, para las acosadas, violadas, asesinadas, desaparecidas, esterilizadas; y para las niñas y adolescentes violentadas sexualmente, condenadas a convivir en familia con sus impunes agresores y a llevar embarazos forzados.
Pañuelos verdes llenaron el centro de la capital del Perú, con batucadas que invitaban a la población a unirse a la lucha por una sociedad libre de violencia de género, de machismo y de patriarcado.
Organizaciones, colectivos, movimientos feministas, activistas, defensoras de la democracia y los derechos humanos nos reunimos frente al Palacio de Justicia para demandar no más impunidad a los agresores. Desde este punto dimos inicio a la marcha “Juntas Contra Todas las Violencias”, que pasó por las principales calles de la ciudad para pedir a la población que no sea indiferente y se sume a la lucha feminista.
Mujeres, niñas y adolescentes nos movilizamos por las 147 mujeres víctimas de feminicidio que se registraron en lo que va del 2019. Por todas las que nos faltan. Contra la violencia de género que es racista, colonial, capitalista, neoliberal, estructural; que discrimina por orientación sexual e identidad de género; que también es económica, física, sexual, psicológica; y que está naturalizada en la sociedad, en las instituciones públicas y privadas y en la administración de la justicia.
Marchamos para exigir al Estado la aplicación de políticas públicas para prevenir y erradicar todo tipo de violencias. Por un nuevo Congreso, libre de conservadurismos y fundamentalismos, donde la agenda de las mujeres no sea ubicada en segundo plano y el enfoque de género se implemente en todos los sectores del Gobierno.
La movilización culminó en la Plaza San Martín, histórico lugar de luchas feministas, donde se leyó el pronunciamiento:
Exigimos conocer el monto destinado para el programa Te Acompañamos, de atención a huérfanas y huérfanos de feminicidio, que entre 2018 y 2019 llegan a 260; los destinados para la prevención y mejora de la atención de la violencia de género; para la educación sexual integral y reproductiva. Para la transversalización del enfoque de género en todo el Estado, para garantizar la seguridad y la vida de las mujeres en su diversidad, especialmente las que afectan a mujeres con discapacidad, mujeres campesinas, de pueblos indígenas y afroperuanas.
Demandamos al presidente de la República, ministros, jueces, fiscales, policías, autoridades regionales y locales trabajar por la igualdad de género y la erradicación de las violencias machistas y la corrupción que operan en la administración de justicia, favoreciendo la impunidad de los agresores y poniendo en riesgo la vida y los derechos de las mujeres.
Apostamos por una real democracia que garantice que las mujeres ejerzan su derecho a vivir libres de violencias, que coloque a la igualdad como eje fundamental del Estado, promueva el respeto a la diversidad sexual y cultural, y garantice la paridad con alternancia y sin acoso político contra las mujeres.
Denunciamos que la ideología fundamentalista contraria a los derechos humanos que, utilizando el miedo, se opone a una educación con enfoque de género, al derecho a decidir de las mujeres, a la despenalización del aborto, a la diversidad de familias y a los derechos de la diversidad sexual, quiere volver al Congreso, lo que significaría un retroceso para la democracia y la cultura de derechos. Por ello, exhortamos al electorado a votar por la igualdad de género y no por quienes blindan a corruptos y niegan derechos a las mujeres y a las personas LGBTI+Q.
Alerta que camina: Niñas valientes por las calles de Lima
La marcha “Juntas Contra Todas las Violencias” inició con un acto cultural en la fachada del Palacio de Justicia, donde niñas de entre 5 y 11 años de los colectivos Sulans, Mariposas Guerreras y Army de Estrellas se sumaron a la lucha.
Con arengas como “Yo quiero ser libre, yo puedo ser libre” llegaron hasta la puerta del Palacio, donde soltaron globos rojos que simbolizaban su libertad.