Mujeres de pueblos originarios tomaron pacíficamente el Ministerio del Interior de la capital argentina para exigir la efectivización de sus derechos y que sean escuchadas sus denuncias, demandas y propuestas.
El miércoles 9 de octubre un grupo de mujeres de distintos territorios indígenas tomaron pacíficamente el Ministerio del Interior para exigir que se cumplan sus derechos como pueblos originarios. La llamada «Rebelión de las flores nativas» pide el cese del terricidio y de la persecución y criminalización de sus comunidades. Se trata de una veintena de mujeres Tapiete (Salta), Mbya Guaraní (Misiones), Qom (Formosa y Chaco), Mapuche-Tehuelche (Río Negro y Chubut) y Mocovi (Santa Fe) reunidas en la Asamblea de Mujeres Indígenas por el Buen Vivir, que exigen la conformación de una mesa de diálogo multisectorial que escuche sus demandas, reciba sus propuestas y gestione acciones de reparación y cese de la violencia.
Luego de tres días de ocupación lograron una reunión con el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, y le presentaron sus reclamos. Entre ellos, destacaron una denuncia de violencia policial, la situación de pobreza en la que se encuentran y la titularidad de las tierras ancestrales que habitan. Ante la negativa del ministro, quien aseguró no tener el poder de injerencia suficiente para llevar adelante todas las demandas “pero que se iba a tomar la molestia de llevar todo lo propuesto a otros ministros”, la ocupación continuó por tiempo indeterminado en espera de la conformación de una mesa de diálogo multisectorial para encontrar soluciones a sus demandas.
Días más tarde se reunieron también con la secretaria de Justicia de la Nación, María Fernández Rodríguez, a quien le plantearon la necesidad de activar causas que estaban “cajoneadas” y que tienen como principales víctimas a personas de las naciones originarias. Tampoco obtuvieron respuestas significativas.
Según lo relevado en una encuesta del 2do. Parlamento de mujeres indígenas por el Buen vivir, 8 de cada 10 mujeres indígenas han sufrido violaciones, abusos y violencia física. A su vez, 7 de cada 10 fueron víctimas de policías y fuerzas de seguridad, y 7 de cada 8 no pueden acceder a la justicia. “Somos dadoras y guardianas de la vida, venimos a decirle basta a este sistema capitalista, racista y patriarcal que está poniendo en riesgo la vida del planeta. Nos toca a nosotras históricamente sostener y guardar la vida y la de nuestras familias, es por ello que el ensañamiento contra las mujeres indígenas es mayor”, proclamaron las mujeres en un comunicado.
La ocupación tuvo lugar mientras se desarrollaba el 34° Encuentro Nacional de Mujeres, absolutamente atravesado por el debate de cambio de denominación hacia Encuentro Plurinacional de Mujeres y Disidencias, para contemplar la multiplicidad de identidades que alberga el evento anual. En este contexto, la referente indígena Moira Millán apelaba desde la ocupación del Ministerio a las feministas argentinas: “Lamentamos que las mujeres blancas y las indígenas sigamos con 500 años de desencuentro. Nosotras estamos en soledad. La lucha antipatriarcal es anticolonial. Continúa la opresión blanca y patronal sobre nuestros cuerpos. ¿Dónde están compañeras feministas blancas argentinas? ¡¿Dónde?!”. La referente mapuche pidió además el acompañamiento de la sociedad a sus reclamos: “Debería ser una lucha que concitara la participación, el abrazo y el apoyo de todos los argentinos y argentinas, porque estamos defendiendo la vida de los bosques, la selva, de toda la naturaleza”.