Cada 20 de mayo, desde hace 23 años, Uruguay aprieta la boca con fuerza y queda en silencio. Solo se escuchan sus nombres: los nombres de las personas a las que desaparecieron en la última dictadura. Los nombres de las personas que fueron obligadas al silencio eterno.
Los pocos libros de Historia que hablan sobre el tema dicen que la dictadura comenzó en 1973 y terminó en 1985. La primera Marcha del Silencio fue en 1996, con la consigna “Por verdad, memoria y nunca más”. En los últimos años, el lema se modificó: “Impunidad: Responsabilidad del Estado, ayer y hoy”.
En Uruguay, los militares de la época están amparados bajo la Ley de Caducidad, que establece que “ha caducado el ejercicio de la pretensión punitiva del Estado respecto de los delitos cometidos hasta el 1º de marzo de 1985 por funcionarios militares y policiales”. Dos plebiscitos fallidos contra ella, uno en 1989 y otro en 2009, dejaron claro que más de la mitad de la ciudadanía uruguaya no está dispuesta a revisar su historia reciente. Tampoco los partidos políticos que están en el gobierno.
Pero muchos y muchas recordamos. Miles de personas, de todas las edades, marchamos cada 20 de mayo. A la cabeza de la manifestación, guiando a la multitud, familiares de las personas desaparecidas sostienen sus rostros y nombres en carteles. Somos miles de personas que haremos todo para preservar la memoria, que es lo único que nos queda, y seguiremos peleando con uñas y dientes por la verdad.
Cuatro décadas en impunidad. Cuatro décadas sin justicia.
23 ciudades marcharon en silencio. 19 en Uruguay: Montevideo, Rivera, Florida, San José, Paysandú, Mercedes, Tacuarembó, Maldonado, Piriápolis, Melo, Artigas, Juan Lacaze, Salto, Treinta y Tres, Flores, Carmelo, Minas, Paso de los Toros, José E. Rodó; y 4 en el exterior: Buenos Aires, Barcelona, París y Santiago de Chile.
“Lo hacemos en silencio para escuchar más claros sus nombres, que son los nuestros. Y para dejarlos hablar, porque los desaparecidos hablan de todos nosotros, de la sociedad que somos, de la sociedad que queremos”, explica la organización Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos, encargada de organizar las marchas.
Cada 20 de mayo, el pueblo uruguayo grita en silencio. ¿Dónde están?